Noche de observación en Pioz

Por Susana Abella

No era la mejor noche para salir a hacer avistamientos, como dice mi amiga Pilar que no termina de enterarse mucho de esto de la astronomía. Fuera por la calima que provoca el extremo calor de estos días o porque nos sigue llegando el polvo de los incendios que asolan Canadá, el cielo estaba opaco, sucio, para entendernos.

Pero había muchas ganas de salir, después de haber tenido que abortar por malas condiciones las últimas salidas, y en Pioz nos dimos cita un buen grupete. Curiosamente y por aquello de salir rápido, o por comodidad, dijeron otros, todos, menos Juan Pedro, fuimos con prismáticos. Un solo telescopio, eso sí, era un bicharraco potente con el que todos pudimos disfrutar.

Poco a poco, el cielo nos fue dejando descubrir los tesoros que esconde. En especial, Escorpion y Sagitario, con todo su esplendor de la época estival.

Las maestras de los prismáticos, Marian, Lourdes y Rosa, hicieron un repaso casi completo a su particular catálogo de objetos celestes mientras Julián se afanaba con la cámara de fotos y el presi explicaba a Miguel y a su hijo algunos de los secretos del universo.

Al final, la noche nos ‘regaló’ muchas estrellas que nos hicieron disfrutar y empezar a pensar en las Perseidas…

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